La Tejera de Valdelagua
En este valle, ocupado casi en su totalidad por olivos, encontramos un lugar singular, la Tejera de Valdelagua. Se trata de un lugar en la falda de la parte sur del Cerro del Cabozo, donde desde hace muchas décadas (Hay documentos que indican que podrían existir ya en el s. XVI) se venía escavando en la sierra para extraer la tierra arcillosa necesaria para elaborar todo tipo de productos cerámicos artesanales, tejas por supuesto, pero también, cacerolas, ollas, platos, alcabuces (para sacar agua de los pozos mediante norias), botijos, cántaros, etc... Lamentablemente, hace ya algunas décadas que este oficio artesanal se perdió en este lugar cuando su último representante, Don Eleazar Magán Tapiador que vive hoy en Malagón, dejó el oficio de alfarero que ejercía en su juventud.
Cerca se encuentran los restos de casetas y pequeños hornos para cocer el barro arcilloso, y por el suelo abundan los fragmentos de estas elaboraciones.
Pero lo que más llama la atención es la propia fisionomía de la tejera, los trozos arrancados a la sierra que por los colores de la tierra y desgaste del viento y el agua han formado un singular y llamativo relieve.
Casas de labranza
Son escasas, quizá debido a la cercanía con Malagón.
Resalta el particular caso de una casa en los más profundo del valle a la cual debía accederse por una senda que bordea el Arroyo de Valdelagua, pero hoy dicha senda se encuentra totalmente absorbida por el monte por lo que los restos se encuentran aislados e inaccesibles desde hace décadas.
También se conservan restos de otras construcciones justo a los pies de la tejera, posiblemente pertenecientes a los propios fabricantes de tejas, pudiendo ser alguno de estos restos los hornos donde se cocían ya que se encuentra también numerosos restos de tejas, quizá de aquellas defectuosas que se desechaban.
También se conservan restos de otras construcciones justo a los pies de la tejera, posiblemente pertenecientes a los propios fabricantes de tejas, pudiendo ser alguno de estos restos los hornos donde se cocían ya que se encuentra también numerosos restos de tejas, quizá de aquellas defectuosas que se desechaban.
Es una casa de mediano tamaño, con 4 estancias, las tapias tienen el color rojo intenso que caracteriza a la tierra de la Tejera que está a unos 500 metros de la casa.
En la imagen se puede ver la Tejera al fondo, mirando entre los muros derrumbados de la casa.
VALLE DE LOS CASTAÑOS
Casas de labranza
Este valle tiene la particularidad de que cuenta con más casas en pie y en uso que en ruinas, , al contrario que otros valles similares cercanos.
Podemos encontrar 4 casas totalmente en ruinas, 3 de ellas de gran tamaño, con varias estancias y patio en la parte trasera.
Todo ello nos da testimonio de la fertilidad de la tierra del valle para el cultivo, además se practican desde tiempos muy lejanos otras actividades en esta zona concreta, como ganadería, recolección de leña y picón, y el cuidado de colmenas para la producción de miel.
Casa 1 de los Castaños
Casa 2 de los Castaños
Casa 3 de los Castaños
Casa 4 de los Castaños
FUENTES CONSULTADAS
"El último alfarero y la Tejera de Valdelagua"; Guzmán Sil, Álvaro
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